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lunes, 28 de julio de 2014

Inspiración


Me gusta creer que hay cosas predestinadas a que ocurran. Otras sin embargo se quedan en el vacío del "que sucederá", donde nuestras acciones pueden cambiar el curso de la historia. Llevo un par de noches en las que al acostarme me tumbo y me quedo mirando al infinito, que en mi caso se limita a un techo de escasos cuatro metros de altura. Y es en momento cuando un torbellino de ideas, ilusiones, recuerdos y sueños afloran en mi mente. Es en definitiva ese momento de inspiración. Pero, ¿qué es realmente eso de inspiración? Pues bien dejadme que os cuente algo que me ocurrió la otra noche y que resume la decisión de una palabra tan ambigua.
Después de haber estando dando vueltas por todo el pueblo de la playa, donde he estado pasando unas semanas de relax, llegué a un mercadillo y me puse a curiosear puesto por puesto. Llevo desde los dos años veraneando en el mismo sitio y prácticamente desde hace los mismos años estaba el mismo mercadillo por lo que la variedad de artesanía que encuentro de un año a otro no me sorprende enromentte. Sin embargo, esta vez encontré un puesto nuevo y original: vendían laminas ilustradas. Aquello me llamó la atención y me acerqué más para poder ver cada una independientemente, y mientras observaba una sobre la mesita levanté la cabeza y vi ante mis ojos aquello que me había faltado durante semanas: inspiración. La lamina tenía un dibujo de un diente de león (flor asociada a los deseos) y en el fondo, imitando a un articulo de periódico antiguo, una definición de inspiración.
Puede resultar insignificante todo esto, pero para mí fue una de estas cosas que piensas "esto está aquí para mi". De modo que me compré esa lamina y ahora mismo esta colgada encima de mi escritorio. Desde ese momento aunque resulte raro, la inspiración volvió a mi como si nunca se hubiese ido y ahora en mi cabeza las ideas fluyen por si solas

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