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domingo, 29 de junio de 2014

Calla y otorga


Tanto que decir, poco que contar. Esa ha sido mi excusa estas semanas para no escribir en el blog o quizás  haya sido mi falta de tiempo liada con exámenes (o eso me digo a mi misma, porque tiempo siempre hay para todo). Ahora que todo ha terminado que los días son efímeros y las noches eternas, ahora que ya no necesito un café en mano o cinco kilos de maquillaje para taparme las ojeras de pasarme interminables horas sentada en la cama con montones de apuntes y de folios que crees que nunca llegan a su fin, ahora que soy "libre" y el despertador no suena a las siete de la mañana, ahora, es cuando no tengo excusas. Pero con la calma llega la verdad, no eran excusas, era miedo.
Ahora que lo pienso puede sonar ridículo, pero sí tenia miedo a describir sentimientos, opiniones anécdotas. En definitiva a exponerme al mundo, abrirme por dentro y dejar mi corazón al descubierto. ¿ Qué nos pasa? Acaso no sentís ese frío por dentro cuando quieres decirle algo a alguien pero temes lo que se pueda pensar o ocurrir. Lo más fuerte, y siento la expresión tan coloquial pero son las palabras más adecuadas para describir esto, es que ya ni las cosas buenas se pueden decir. Los piropos. ¿Dónde quedan aquellos tiempos en los que decirle a alguien "oye que guapo/a vas o que bien te queda eso" era una simple afirmación y no una indirecta de "tonteo"?
Yo no soy de piedra, soy frágil, sensible, romántica, impaciente y orgullosa, tenaz y perseverante. Soy más de lo que se ve, yo misma me voy descubriendo día a día y con cada paso que doy. ¿Pero por que le tengo miedo a ser yo misma y dejar que me vean tal cual? Siempre me he dicho que a quien no le guste que se aguante o se vaya, pero eso es ser muy egoísta, si quiero a las personas que me rodean por qué no hacer que se queden. Por eso por mucho que me corroan las palabras por dentro y se me claven como puñales queriendo salir de mis labios, es mejor callar, que como bien dicen quien calla otorga y a veces un silencio dice más por los demás que mil palabras banales.

jueves, 19 de junio de 2014

A veces nada fluye y se estanca.
A veces solo a través de la música eres capaz de expresar lo que tu mente no sabe cómo decir. 
 
 

jueves, 12 de junio de 2014

Detalles que marcan la diferencia

"Buenas tardes, ¿me pone un café por favor?"
 
Retomo la conversación con mi compañero que se resume en contarle una cosa que me había ocurrido recientemente a lo que él escucha y opina. Pasa el rato y despotrico sobre el camarero por su tardanza en servirme. Cinco segundos más tarde tenía ya mi café servido pero no uno simple y cualquiera sino con el detalle de la nata por encima y  el cacao espolvoreado.
 
"Que tenga un buen día" - me responde el camarero con una sonrisa.
 
Para todas aquellas personas desconocidas que dedican cinco minutos de su día en alegrar a los demás y conseguir sacarles una sonrisa.
 
 
Mi café.
 
 
 

lunes, 9 de junio de 2014

Compromiso

"Obligación contraída"
 
 
Sabía como titularlo pero no como empezarlo. Hay momentos en los que las palabras fluyen por si mismas, otras en cambio se quedan atascadas en tu boca queriendo salir pero reprimiéndose pensado en el modo de hacerlo. Mi mente sigue aun en blanco y es que aunque las cosas solemos verlas de lejos siempre creemos que esta vez será la excepción que seremos nosotros los que cambiemos los dictámenes. Desde el primer día supe de tu miedo al compromiso, y si, es miedo porque otro nombre no tiene. Aun así sueñas con ser la que te cambie de opinión, la que te hará centrarte y en cierto modo, esperas ser la primera. Lo ingenuo se convierte en cotidiano en mi día a día. Me prometo una y otra vez que de ilusiones no se vive, que la realidad es lo que se ve y no hay nada mas allá.
Después de varias caídas una aprende que ser uno mismo es lo que realmente importa, pero en la practica no siempre funciona. Ser sincera con un tío es como una sentencia de muerte si lo que pretendías era que la relación fuese a más. Ellos tienen la necesidad de quedar por encima de nosotras de ser mas fuertes y chulos, de ser quienes tengan las riendas de la situación. Es por esto por lo que me planteo a veces si eso que dicen de  "hazte la dura que no se note lo que sientes" es realmente la solución y el secreto para tener éxito.
Sigo con la convicción de que todo pasa por algo. El compromiso tiende a unir a las personas, esta vez las ha separado. Hasta que punto eso no se sabe, pues el futuro es incierto y desconocido pero me atrevo a decir que me comprometo a esperar y descubrirlo.


martes, 3 de junio de 2014

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Nos creemos guerreras, fuertes y dominantes. Somos orgullosas por naturaleza, es nuestra forma de defendernos y en cuanto los sentimientos afloran creamos barreras y nos auto engañamos solo para demostrar que somos más fuertes que ellos. Solemos decirnos una y otra vez que no volveremos a enamorarnos que los hombres no valen la pena y que todos son iguales. Pero entonces, se nos cruza uno en el camino, con su sonrisa traviesa y su ego rebosante, y volvemos a convertirnos en tontas ingenuas.